Fernando Lugo y sus peritos en alegres negociados
Afirmò Joseph Conrad que no hay credulidad tan ansiosa y ciega como la credulidad de la codicia, que es, en su medida universal, la miseria moral y la indigencia intelectual de la humanidad. El aforismo se cumplió con el ejemplo de los seguidores del fraudulento obispo Fernando Lugo, quienes aprovechándose de la credulidad de un pueblo ignorante y miserable abrieron de par en par las arcas del estado paraguayo a la propia codicia.Ver artículo:
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